18 сент. 2009 г.

UNA MIRADA A LOS ANDES EN EUROPA

Статья испанца Пепе Карильо демонстрирует редкую точку зрения на появление и распространение андской музыки в Европе. Здесь вещи называются своими именами. Очень познавательный обзор, особенно для тех, кто оперирует такими терминами как "музыка инков", не понимая разницы между фантазийными нео-фольклорными музыкальными образованиями и подлинной народной музыкой аймара и кечуа.
 

UNA MIRADA A LOS ANDES EN EUROPA

Con la llegada de los primeros grupos latinoamericanos a Europa en la década de los 60 comenzó a surgir en los distintos países una cierta curiosidad por la música andina. Estos grupos eran generalmente argentinos y chilenos, y lo que interpretaban era una versión muy simplista del intenso folklore de los países andinos. En los años 60/70 surgen gran cantidad de músicos interesados en el folklore de Los Andes.

Un poco más tarde comienzan a llegar e instalarse músicos de Bolivia y Perú, mostrando una música muy diferente a la que se conocía hasta entonces. Palabras como inca desaparecía y se hablaba de aymaras y quechuas. Se escuchan instrumentos desconocidos. En contraposición con la década anterior, ahora se comercializa con la bandera de lo autentico, es cuestión de abrir otros mercados.

Es en estos momentos cuando en Italia nace un proyecto que con el tiempo fructificaría en el mejor y más particular de los grupos europeos: Trencito de los Andes. La unión de las sensibilidades de estos músicos ha creado la magia necesaria para golpearnos la conciencia, nos muestran lo verdadero, lo autentico, y así nos damos cuenta de todo lo superfluo y falso que se había conocido hasta entonces en Europa. Ya no se trata de tocar una música movida por la moda, ni de sentimientos bastardos por lo distinto de unas culturas lejanas. Poseedores de la mejor discografía que se puede encontrar, en sus notas hay todo un mundo de sentimientos, creados con el poder que da el conocimiento de lo que representan. Su fe en el trabajo que se propusieron realizar, su determinación en conocer las realidades de esos pueblos a través de un trencito lleno de sueños, queda reflejado en sus composiciones, en sus textos, invitándonos a todos también a soñar. Son sueños que se han ido cumpliendo, desde Roma, desde sus corazones. Desde la totalidad al detalle más pequeño.

Lamentablemente este es un grupo único. En los demás países comenzaron a aparecer otros muchos interpretes con distinta suerte. En Francia, Polonia, Hungría y otros países, se forman conjuntos que interpretan música autóctona del altiplano, aprendida escuchando únicamente los discos de los grupos bolivianos/peruanos que residen en Europa.

El panorama actual sobre la música andina en el continente europeo es muy negativo. Salvo excepciones, han faltado unas raíces firmes donde asentarse un trabajo digno. Se tomó como una moda, se perdió mucho tiempo en falsos maestros, en falsa música, en falso folklore.

TRENCITO DE LOS ANDES

Imagina un grupo que todo lo que interpreta te gusta, que al representar sus sueños están también representando los tuyos. Un grupo del que aprendes. Un grupo que te golpea la sensibilidad...

Para conocer esta música hay que acercarse muy despacio, y entender que desde las manos que trabajan y dan forma a las ñañas, hasta el corazón que impulsa a los pulmones a soplar, todo ello creará el milagro de los sonidos. Y estos tendrán el color del cielo, la fuerza de la tierra, la tristeza del llanto, la magia de la oración.

Sus discos tienen el sello de la autenticidad, de la creatividad. Son obras, no una serie de canciones sin mas, se abren y cierran en sí mismas. Mantienen una unidad que les da una característica propia, única. Es creación, el resultado nace de la conciencia, no hay lugar para la reiteración de formulas ya aprendidas. El escucharlos con detenimiento es una obligación, son muchas las sensaciones que no se deben perder. Lo mejor de todo es cuando se vuelve a escuchar otra vez y se descubren muchos otros detalles, lo que provoca que en cada nueva audición el disfrute sea mayor. Son obras que perduran.

Mi contacto con Trencito me ha ayudado a madurar, a observar de una manera distinta, a plantear nuevas facetas en mi acercamiento a la música andina. Sus consejos, sus comentarios... su amistad, ha servido para clarificar ideas, para mostrar el principio de un camino, nuevo, distinto, mas autentico, lleno de sonidos.

Pero ahora ya es momento de callar, todo esta preparado, por la megafonía están anunciando la salida y el Trencito comienza a caminar........

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